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Sobre fallido proceso de autoevaluación Institucional

Por octubre 19, 2021Noticias
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Así se buscan registros calificados en el SENA…

Hemos sido abordados por distintos centros de formación en el país para darnos a conocer del irregular proceso de “autoevaluación” que como requisito indispensable exige el MEN a las Instituciones de Educación Superior para acceder a los registros calificados para los programas de educación formal que oferten. 

Como todos recordarán, el SENA que es una institución rectora y ejecutora de formación profesional integral, adscrita al Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, fue forzada de manera inconcebible y burda, a ofertar programas de tecnólogos, inicialmente para ayudarle al gobierno nacional a resolver el déficit en los resultados de dicho nivel en el país y ahora para poder cumplir los indicadores que en su momento la OCDE colocó como requerimiento al país para ingresar como socio de ese selecto club de países industrializados; enorme paradoja para Colombia, que ostenta vergonzosos puestos al lado de otros países subdesarrollados, por sus niveles de desigualdad y de pobreza, razón por la que la supuesta copia e implementación de buenas prácticas que ilusoriamente se pretendieron instaurar, no fueron más que otra hincada de rodilla  para adoptar de manera sumisa, el recetario diseñado para países dependientes por parte de los organismos multinacionales que agrupados en la OCDE, buscan preservar sus particularísimos intereses de mayor ganancia por encima de cualquier consideración.

Fue así, en toda una pantomima el SENA resultó crucificado ofertando programas educativos propios de la educación superior, que lo único en que coinciden es en su rebuscada denominación de tecnólogos, puesto que los de las IES difieren con los del SENA; los primeros se fundamentan en las ramas de la ciencia en que se inscriban, mientras que los nuestros son predominantemente ocupacionales, y ello se debe a que justamente eso es lo que sabemos hacer, esa especialización en formación en oficios y ocupaciones es lo que nos caracteriza y a la vez nos diferencia de la educación disciplinar de las IES, no es ni mejor ni peor, sólo diferente.

Como los registros calificados que otorga el MEN a las IES para aprobarles sus ofertas educativas, requieren del cumplimiento de una serie de requisitos de calidad, definidos y caracterizados para instituciones de educación formal, el SENA, por ausencia de un verdadero liderazgo desde la dirección general, o con una oculta intencionalidad se ha  sometido a ellos, a pesar de no pertenecer al subsistema de educación formal.

En la actualidad y en virtud del (Decreto 1330/2019 emitido por el MEN, que no es entidad rectora para el SENA, las IES deben adelantar un proceso de acopio y demostración de condiciones institucionales que incluye una autoevaluación, para la continuidad del reconocimiento por parte del MEN.

Este proceso no se planeó ni se adelantó dentro de la institución, pero ahora a portas del vencimiento de los registros calificados, los interesados en que sigamos dedicando los recursos humanos y físicos de la institución para las metas de educación superior del MEN, están tratando de implantar la autoevaluación de las IES al SENA, en un periodo de 2 meses a lo que debería hacerse en dos años y ante la previsible negación de registro calificado para todos los programas de educación superior por parte del MEN, ahora la actual administración pretende simular olímpicamente el proceso de institucionalización y autoevaluación, de cualquier forma, con tal de seguir acatando sumisamente las metas de educación superior que se le imponen, así éstas vayan en contravía de su misión.

Este tipo de “aseguramiento de la calidad” ficticiamente tal vez podrá engañar al MEN para que le otorgue los registros calificados que necesita, pero lo que no puede es seguir siendo el pretexto para presionar y enloquecer a los servidores públicos del SENA que desde los centros de formación en las distintas regionales se ven sometidos a atender la maratónica tarea de acopiar y demostrar, en el papel únicamente, un proceso que tendría que adelantarse en forma autónoma con todo el rigor que formar trabajadores colombianos implica y  que se define desde el Estatuto de la Formación profesional.

Como institución pública estamos obligados a realizar proceso de autoevaluación, bienvenido éste, pero que corresponda con nuestra única misión y que el mismo tenga el propósito de adelantar los correctivos que sean necesarios para que los aprendices que certifiquemos salgan efectivamente capacitados para desempeñarse bien en  los oficios o las ocupaciones en los que los formemos y no sólo por “llenar las formas” que disponga el MEN para la red de instituciones bajo su inmediata supervisión y control, y menos para hacerle el juego a la tómbola de las metas demagógicas en que nos tienen inmersos.

Improvisar puede ser una virtud en determinadas circunstancias individuales, pero improvisar en administración pública es catastrófico y debería ser objeto de sanción disciplinaria, porque son recursos públicos los que están en juego y la credibilidad de la institución, pero, además, si esa improvisación conduce también al deterioro de la salud física y mental de otros servidores, el daño es mayor, así que éste resulta inadmisible.

De igual manera es inadmisible que esta administración pase por alto que muchos de los servidores a los que hoy hostigan y acosan con el lleno de requerimientos propios del MEN, apenas acaban de ingresar a la institución y están adaptándose a nuestra cultura, por una parte, concursaron y ganaron para un cargo en una institución de formación profesional adscrita al Ministerio del Trabajo, y ya en su desempeño, son acosados para que den cumplimiento a lineamientos construidos para las IES bajo la rectoría del MEN,  ¿cuál es el proceso institucional que adelanta el SENA para no generar confusión entre sus servidores y cuáles los mecanismos para salvaguardar su salud física y mental?.

Invitamos a todos los servidores públicos a denunciar todo tipo de improvisación que conduzca al deterioro de las condiciones de bienestar y tranquilidad que debe proporcionar la entidad para el desempeño de todas las funciones laborales. Desde SINDESENA, denunciaremos ante los entes competentes esta delicada situación y de ser necesario orientaremos acciones judiciales y de movilización en pro de la defensa de la entidad y los derechos de nuestros compañeros hoy seriamente afectados.

EQUIPO PEDAGÓGICO JUNTA NACIONAL SINDESENA

SINDESENA JUNTA NACIONAL

Bogotá, 12 de octubre de 2021

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