Como ciudadanos somos conscientes del momento que el planeta y Colombia vive en medio de una pandemia sin igual, la cual ha redireccionado la cotidianidad de las personas y así mismo la vida laboral, afectando la dinámica de todos los sectores, en el caso de la formación profesional impartida en el SENA, vemos la dificultad que se presentó durante los primeros meses del año pasado, pero gracias al esfuerzo de los trabajadores podemos hoy ver que en algunos centros se adelanta la formación a los aprendices de manera presencial en alternancia, por ejemplo, centros como el CBI Palmira y el CTA de Cartago adelanta labores desde el mes de agosto, en el CLEM de Tuluá se reúnen los grupos desde el mes de octubre, sin que hasta el momento haya necesidad de cerrar por contagios de Covid- 19, esto nos demuestra que con un adecuado protocolo de Bioseguridad se puede volver a la formación de manera presencial, razón por la cual vemos con extrañeza la decisión unilateral tomada por su administración para no permitir la instalación y negociación del pliego de peticiones unificado de manera presencial e insiste en hacerla virtual.