Rechazamos enfáticamente las arbitrarias decisiones de la administración del SENA, que están creando un ambiente laboral adverso y urge la intervención inmediata del Director General de la entidad; porque se reciben las observaciones de SINDESENA y de la comunidad educativa, pero no se analizan y por ende no se incluyen en los ajustes, ni dan respuesta oportuna sobre su revisión y evaluación.
Entre las medidas adoptadas que mayor malestar están generando se destacan:
- El anuncio de un irrisorio incremento del 3% en los honorarios de los contratistas, mientras la inflación anual se estableció en 12,53%, desmejorando fuertemente su poder adquisitivo y genera gran desilusión porque se evidencia que están quedando en simples discursos algunos planteamientos de dignificación de las condiciones de los trabajadores colombianos.
- Disminución del pago de honorarios a algunos contratistas, buscando ajustar el techo presupuestal del grupo de trabajo a los lineamientos institucionales, en una lógica que se puede hacer más con menos sin importar el sacrificio ni la desvaloración de la mano de obra.
- Recorte del número de contratistas en cada área, buscando cumplir la directiva presidencial de reducción del 30% en contratación por prestación de servicios, retirando personas necesarias en los procesos y de gran desempeño por varios años, mientras nada se dice de los “contratistas fantasmas”, quienes sólo aparecen los días cercanos al pago de honorarios o algunos que no se les conoce. Desde SINDESENA somos conscientes de la situación económica, así como de la obligación de cumplir los lineamientos del alto gobierno, pero encontramos abiertamente antitécnica la forma como se viene realizando el proceso en algunas regionales y áreas, pues en muchos casos se evidencia que la decisión de no dar continuidad a algunos contratos no está asociada a la inexistencia de necesidad del servicio, simplemente se decide disminuir el número de contratistas sin contraargumentar, ni valorar objetivamente el impacto de la medidas, esto resulta especialmente preocupante en áreas como talento humano y financieras en donde la constante es la sobrecarga laboral y a eso suman ahora tener que realizar las actividades de los contratistas que no se vincularán; estas antitécnicas decisiones afectarán la entidad y agravarán problemas de salud y sobrecarga de muchos trabajadores.