Con gran preocupación registramos y denunciamos los injustificados cambios que se están presentando para algunos contratistas que prestan sus servicios a la entidad; al indagar un poco más sobre la situación, en muchos casos nos encontramos que pese a que no existe objeción alguna de los supervisores de los contratos e incluso se han publicado felicitaciones por los resultados alcanzados con la participación de algunos contratistas, en varias regionales es evidente la decisión de excluir a unos contratistas, para poder disponer de esos contratos para allegados políticos y recomendados de los gamonales que tras bambalinas dirigen la contratación.
En similar sentido, SINDESENA rechaza enfáticamente la manipulación en los honorarios de contratistas y en los perfiles de sus vacantes, situaciones que se vienen denunciando al interior de la Entidad.
Durante el año 2021 se posesionaron al menos 40 Directivos Regionales y subdirectores de centro, producto de las convocatorias de “meritocracia”, además de al menos diez nuevos encargos o nombramientos por renuncias o declaraciones de insubsistencia de directivos en el país.
Dado que las contrataciones de personal se hicieron en su gran mayoría desde inicios de año 2021 hasta finalizar la vigencia, ha sido poca la maniobrabilidad y opción que han tenido los nuevos directivos para acomodar su “personal de confianza” en los cargos de la entidad.
Ad portas de una contienda electoral en el mes de marzo de 2022, toman gran vigencia las prevenciones por grandes cambios en el personal a contratar por prestación de servicio, presuntamente por intereses politiqueros y pago de favores por los apoyos de gamonales políticos regionales que han dado un “empujoncito” a los nuevos directivos.
Llegan voces de advertencia a SINDESENA de grupos de contratistas, quienes no son afines al color político de los directivos, que sienten un ambiente enrarecido y entienden que no tendrán opción de acceder a un nuevo contrato en el año que sigue.
No es por su falta de compromiso, ni de su calidad laboral; es el temor por no ser afines a los intereses de un directivo que pone por encima de las necesidades de la entidad y de la eficiencia que se requiere en la respuesta a la comunidad, sus intereses particulares de dar respuesta a su apoyo político regional. Poco o nada le importa la curva de aprendizaje y experiencia que han tenido quienes han desempeñado las obligaciones durante varios años en el cargo y ni se inmutan por el retraso en los procesos, que pueda conllevar un cambio de quienes ya lo han venido desarrollando.
Pero los contratistas no sólo son afectados por la dependencia amañada de su contrato de un directivo, también se aúna la manipulación en las tarifas de honorarios por parte de directivos del orden nacional o local.
Desde el orden nacional se anunció el ajuste de honorarios en tan sólo un 2.5% decisión que afecta gravemente el poder adquisitivo de los contratistas, dado que la inflación cerró en diciembre en 5.62% y los incrementos no se han hecho esperar: los arriendos, las matrículas en los colegios, los avalúos catastrales, los peajes, subirán de acuerdo con la inflación; la cuota moderadora de le EPS aumentará el 10.07% acorde con el porcentaje de incremento del salario mínimo; el SOAT aumenta el 12,24% y los restaurantes anuncian incrementos en los corrientazos, por el orden del 15 y el 27% por costos de los insumos.
En el orden local hay denuncias documentadas de los abusos en diferentes regionales y nos hemos encontrado con situaciones tan críticas, como la de la mayoría de dependencias de regional del Valle, donde el incremento es del 0%. De otra parte, está haciendo carrera que los directivos modifican los perfiles de las vacantes a contratar, llevando a exigencias de tecnólogos, obligaciones que tradicionalmente han sido desarrolladas por profesionales, reduciendo así la tarifa de los honorarios, con el propósito de contar con mayor cantidad de personas a contratar, sin respetar a quienes han venido desempeñando las actividades y desestimulando en muchas ocasiones, el buen desempeño del trabajador, quien se ve obligado a firmar el contrato por su necesidad laboral.
Peor aún, hemos encontrado que mientras a quienes llevan varios años en la entidad mediante contratos por prestación de servicios se les reducen sus honorarios, llegan nuevos “asesores” cercanos o de confianza al directivo, contratados con grandes honorarios mensuales.
Son evidentes las manipulaciones en la contratación de personal que se presenta en el SENA, ya sea en la acomodación de nuevos trabajadores dejando de lado, por intereses políticos, a quienes han tenido buen desempeño; o en el ajuste amañado de honorarios para afectar a unos y beneficiar a su círculo de confianza.
SINDESENA rechaza enfáticamente estas prácticas clientelistas en los cambios permanentes de los contratistas por prestación de servicios, primando los intereses de los directivos, afectando las condiciones de los contratistas y la calidad del servicio prestado por la Entidad.
Invitamos a todos nuestros dirigentes sindicales y a la comunidad en general a estar prestos a recopilar evidencias de las irregularidades que se detecten, para presentar las denuncias ante los organismos de control, a quienes solicitaremos investiguen y definan las sanciones a que haya lugar.
Recordemos que en el año 2018, en la contienda política del mes de marzo, el SENA fue protagonista de grandes escándalos por el aprovechamiento de la Entidad en favor de al menos 10 congresistas que resultaron investigados y aún se tienen directivos en procesos en los entes de control. Invitamos a los trabajadores de la entidad a seguir denunciando y condenando la politiquería, clientelismo y en general la corrupción que campea en la entidad, desde SINDESENA lideraremos las respectivas denuncias.
¡SINDESENA ALERTA EN CONTRA DE ACCIONES POLITIQUERAS A COSTA DE LA ENTIDAD!
SINDESENA JUNTA NACIONAL