Delegados e invitados a la XLIV Asamblea Nacional de Delegados, reciban un fraternal saludo de bienvenida a este magno evento, en el que debemos tomar decisiones fundamentales para nuestra organización, que tendrán incidencia en el futuro del país, la Entidad y la reclamación de nuestros derechos.
ENTREGAR A LAS PRÓXIMAS GENERACIONES UN LEGADO HISTÓRICO
Por su contenido, algunas de las batallas más importantes de los trabajadores han tenido un carácter intergeneracional en varios sentidos: porque las libran jóvenes, adultos y mayores en una etapa determinada; porque la materialización o disfrute de sus objetivos depende de varias generaciones, o porque constituyen una siembra para las generaciones venideras.
Así por ejemplo, el sistema pensional conocido por nuestros padres fue reivindicado por generaciones anteriores y el pago mismo de las pensiones siempre dependió de la vinculación de nuevas cohortes de trabajadores. El sistema más generalizado en la actualidad (el llamado Régimen de ‘ahorro individual’) pensiona a una porción mínima de trabajadores y su ´tasa de reemplazo´ miserabiliza a la mayoría de quienes logran esa mal llamada pensión. El rescate del derecho pensional en Colombia será obra de jóvenes y mayores, como legado para las generaciones actuales y venideras.
El Sena es otro buen ejemplo de lucha intergeneracional. Lo ‘sembró’ la generación de los años 50 y su mayor disfrute lo tuvieron las descendencias posteriores, pero además lo ha salvaguardado una lucha intergeneracional compuesta por jóvenes estudiantes y trabajadores adultos. En su defensa cotidiana coinciden trabajadores vinculados en varias etapas. A consecuencia de ello se ha presentado una renovación importante de dirigentes sindicales en SINDESENA.
De allí que uno de los desafíos de nuestra organización, luego de tres años de haber logrado la ampliación de la planta de personal, sea adelantar un proceso pedagógico que permita a las y los integrantes de esa nueva planta, apropiarse de nuestras banderas y comprometerse resueltamente con nuestros objetivos.
Comprender precisamente el proceso de ampliación de planta, la necesidad de defender primero la entidad, la naturaleza de la formación su Misión, su estructura orgánica y su presupuesto, entender que fueron objetivos anteriores formulados durante décadas atrás y base para ganar mediante el paro, la movilización y la negociación, los nuevos cargos ya provistos y los que pueden adicionarse en los procesos actuales. Muchos de los trabajadores que labraron la Ley 119/94 ya no están con nosotros; muchos de quienes defendieron y aún consiguieron el crecimiento presupuestal de la primera década de este siglo ya se pensionaron y en breve haremos lo propio quienes bregamos por la ampliación de planta en curso.
Las batallas políticas y sindicales libradas desde SINDESENA han sido una escuela permanente de formación, a la que han concurrido trabajadores con diferentes roles. En dicha escuela hemos aprendido a estudiar la política nacional, las imposiciones de las multilaterales de crédito (Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, entre otros), los programas a la Presidencia de la República, los Planes de Desarrollo, las presiones de los gremios económicos, todo ello para preparar la respuesta, adelantar la protección de la entidad y los derechos de su comunidad educativa. Hemos aprendido a ejercer los derechos ciudadanos y las libertades públicas para salvaguardar a la institución y nuestro propio bienestar. Y nos hemos formado para sentarnos a la mesa con la Dirección del Sena y los Ministerios correspondientes, de igual a igual, con argumentos políticos y laborales, según sea necesario. Esa formación también ha sido intergeneracional y de reciprocidad entre jóvenes y anteriores grupos de servidores, y desde y hacia el movimiento de aprendices.
Los proyectos de Ley que hoy amenazan al SENA y a su comunidad educativa, no son más que una continuidad del mismo modelo neoliberal que ha despojado de derechos a los trabajadores, a los pensionados lo mismo que a la juventud, a la economía popular y a los pequeños y medianos empresarios para favorecer al gran capital, al sector financiero y a las transnacionales. Así, el Proyecto de Ley 099 que precariza laboralmente a la juventud deformando la concepción y contenido del ‘Contrato de aprendizaje’, es prolongación de anteriores reformas en el mismo sentido. Es el mismo modelo despojador de derechos, concentrador de la riqueza y depredador del medio ambiente y de la amazonía; el mismo que ha posibilitado la captura del Estado por las élites corruptas; el mismo que para contener el bien ganado rechazo popular, hoy acude a la represión cada vez más generalizada y a legislar de nuevo contra el derecho a la protesta y la movilización.
Entre tanto, después de largas décadas de asalto neoliberal, los sectores alternativos empiezan a pasar a la ofensiva en América Latina y más recientemente en Colombia, empiezan a ganar consenso entre las mayorías, en una larga y esmerada construcción política. Desde las movilizaciones indígenas y sindicales contra el TLC, los paros de los corteros de la caña, la movilización universitaria de hace una década, el Paro Agrario y los acuerdos de la Habana, hasta la explosión social de los últimos años, ha crecido la compresión social y política del período. La expresión electoral de ese estado de ánimo y de ese discernimiento, ha llevado a las fuerzas alternativas a convertirse en real opción de poder.
Desde las campañas del Frente Social y Político, pasando por el desempeño de Carlos Gaviria en el 2006, cuando logró la segunda mayor votación por encima del partido Liberal, hasta las elecciones del 2018 y las ultimas regionales, donde el avance de fuerzas alternativas y de izquierda enfrentan a la ultraderecha, llegando al escenario político de una explosión social que mostró un marcado acento antiuribista. Las rechiflas populares al Innombrable, las encuestas que otorgan el primer lugar a Gustavo Petro, el despliegue de una campaña sin recursos del Pacto Histórico, pero muy querida entre la ciudadanía y que llena plazas e impone agenda, nos habla de una posibilidad real de ser gobierno y contribuir a instalar una nueva ‘Etapa Histórica’ que emprenda grandes transformaciones que reclaman la naturaleza y el medio ambiente, la economía y las mayorías nacionales, la política y la ética públicas, tan venidas a menos por las bandas corruptas que tenemos por partidos tradicionales. Le corresponde a esta asamblea, definir su postura sobre tan importante tema.
Compañeros, tal vez el mayor aporte intergeneracional que podamos producir quienes transcurrimos este breve pero fundamental minuto que es nuestra vida en el extenso transcurso de la humanidad, sea ayudar a engrandecer ese enorme contingente de jóvenes y adultos que en pocos días puede cambiar el rumbo del país. Así entregaríamos un legado, ese sí Histórico, a nuestros hijos y nietos por venir. Que la historia no nos tome en indiferente sorpresa; que ayudemos a construirla con alegría, aplicación y decisión. Entreguemos un mejor país y un Pacto Histórico, a las generaciones venideras.
Declaro oficialmente instalada la Cuadragésima cuarta Asamblea Nacional de Sindesena.
Patricia Bedoya
Vicepresidente Junta Nacional
