En los últimos días se han venido teniendo noticias sobre las proyecciones presupuestales para el funcionamiento de los Centros de Formación, tanto para el cumplimiento de la misión institucional como de los grupos administrativos que juegan un papel importante en la dinámica de los procesos. Ha generado una gran preocupación las noticias de que posiblemente llegará un presupuesto desfinanciado a los Centros de Formación para la contratación de servicios personales, instructores y apoyos administrativos y decimos que desfinanciado, porque la realidad de los contratos en la vigencia actual no permitió contratar a muchas personas para cumplir con las obligaciones hasta el final del año, dejando procesos a medio camino y generando una realidad de sobre carga laboral en funcionarios de la planta de los grupos administrativos.
El funcionamiento del SENA debe estar en la lógica del cumplimiento de lo que hace unos 8 años se viene llamando la promesa de valor, donde además de hablar de un servicio de calidad y pertinencia desde la formación profesional, también se habla de la protección de la salud y la seguridad de los funcionarios públicos, contratistas y demás miembros de la comunidad educativa. Esta promesa de valor debe estar más allá de una consigna del sistema de gestión para garantizar las condiciones laborales en el cumplimiento de dicha promesa, que no es más que la misión de una entidad pública que tiene un compromiso con su país.
Nos genera mucha preocupación la situación del funcionamiento de los diferentes grupos de trabajo, debido que hay algunos cargos de la planta que no se han provisto ya sea por listas de elegibles, encargos o provisionalidad y esto ha llevado que el último recurso de los Centros de Formación es recargar a los funcionarios existentes con las funciones de los cargos no provistos. Pero no es solamente una situación de vacantes no provistas, sino también de la cantidad de procesos que se deben atender y que muchas veces la planta existente no alcanza a cubrir, generando sonados y conocidos casos de sobre carga laboral, pero que lamentablemente ya se han normalizado con el discurso del compromiso institucional, donde trabajar hasta las 12 de la noche se va convirtiendo en un paisaje más.
Por eso exigimos a la dirección regional del Huila, a las subdirecciones de centro y a la dirección general se haga un verdadero análisis de las necesidades de contratación para la formación profesional, con instructores que tengan contrato para cubrir el periodo completo de formación y con apoyos administrativos que permitan desahogar los grupos
de trabajo y haga que la salud laboral de los funcionarios sea el mejor. Contratos por 6 meses o trabajadores con jornadas hasta las 12 de la noche, debe dejar de ser la normalidad en el SENA.
La necesidad de crecimiento de la planta es cada vez más latente y el envío de presupuestos desfinanciados para la contratación del personal requerido es cada vez más grave. No estamos motivando la contratación desmedida ni injustificada. Lo ideal sería tener la planta de personal que en realidad se necesita, que según la ESAP en su último estudio de cargas, es de aproximadamente 3800 funcionarios. Como SINDESENA hemos luchado por esa ampliación y pronto vendrán 1153 como resultado de esa lucha. Sin embargo, mientras llegamos a ese ideal, es necesario que se desahoguen los funcionarios para que los procesos funcionen y la salud ocupacional sea una realidad en el SENA.
Por eso invitamos a la Dirección de Planeación de la Dirección General para que escuche a los centros de Formación; el análisis que se ha hecho hasta el momento es que el presupuesto conllevará a la contratación de instructores por 7 meses en el 2022 en su gran mayoría; a la contratación de muchos apoyos administrativos desde el tercer o cuarto mes del año, dejando muchos procesos repartidos entre los funcionarios de la planta, generando una sobrecarga laboral que está trayendo consecuencias en la salud mental y en la vida personal y familiar de los mismos.
Como SINDESENA Huila estaremos al tanto del resultado final de destinación presupuestal, que permita que la misión institucional de la formación profesional sea de calidad, pero también para que los procesos administrativos funcionen y que la salud de nuestros funcionarios no se vea perjudicada por sobrecarga laboral.
POR UNA SALUD LABORAL PARA LOS TRABAJADORES Y LA FINANCIACIÓN SUFICIENTE DE LOS CENTROS DE FORMACIÓN
SINDESENA HUILA
PRESENTE PRESENTE PRESENTE
Neiva, 24 de septiembre de 2021