Desde el mes de junio del año en curso, nos reunimos unos integrantes de la Junta Nacional de SINDESENA con la Directora de Planeación Nacional del Sena; dentro de los muchos temas discutidos se preguntó por parte de SINDESENA ¿Qué había pasado con los recursos del SENA que por efecto pandemia no se pudieron ejecutar durante la vigencia 2020 y lo corrido de la vigencia 2021?
La doctora Elizabeth Blandón, Directora de Planeación del SENA, nos habló que eso consistía o hacia parte de un plan de Optimización. Se comprometió a entregarnos la información mucho más concreta para nuestro conocimiento y después de varios meses nos llegó la información ofrecida.
La Dirección de Planeación y Direccionamiento Corporativo, nos informa que en su ejercicio de optimización, solo se centra en los proyectos que se relacionan a continuación, y en algunas dependencias presupuestales sobre las cuales pueden realizarse redistribuciones conforme a lo normatividad vigente, y lo dispuesto en los objetivos, actividades y metas de los proyectos, de acuerdo con los parámetros y metodologías que utiliza el Departamento Nacional de Planeación, a saber:
• MEJORAMIENTO DEL SERVICIO DE FORMACIÓN PROFESIONAL DEL SENA NACIONAL
• OPTIMIZACIÓN DE LOS PROCESOS DE APOYO PARA LA FORMACIÓN, EL RECAUDO DE APORTES Y LA PROMOCIÓN Y LA DIVULGACIÓN DE LOS SERVICIOS DEL SENA A NIVEL NACIONAL
De lo anterior deducimos que sólo en los 2 proyectos anteriores para el año 2020 el Sena “optimizó”, o mejor dicho, dejó de ejecutar en esos rubros $ 225.069.156.507 cifra que es muy significativa a nivel nacional.
Sin embargo, el panorama es aún más grave si se visualizan los diferentes rubros a los cuales se les recortaron recursos a nivel de regionales y centros de formación para centralizarlos y ponerlos a disposición de la Dirección General.
Si observamos sólo el primer proyecto denominado: MEJORAMIENTO DEL SERVICIO DE FORMACIÓN PROFESIONAL DEL SENA NACIONAL, notamos que hay 3 rubros muy importantes para el cumplimiento de la acción misional del Sena como son: 1. Licencias y modernización de ambientes para que nuestros aprendices puedan recibir una formación profesional integral de calidad por un valor de $ 23.235.808.156; 2. La nómina principalmente de instructores y de apoyo a la acción misional del Sena donde centralizaron $ 29.975.745.416 pero la dirección del Sena desinforma a la comunidad en general culpando a los trabajadores de un posible desfinanciamiento de la institución sin mencionarn que en realidad la plata asignada a esos rubros está sobrando; y 3. El monto más alarmante de este proyecto que son los relacionados con el funcionamiento de los Centros de Formación, viáticos, bienestar a funcionarios, materiales de formación etc., en éstos el Sena centralizó en el 2020 $161.693.123.005 y lo paradójico es que en los Centros de Formación la gran mayoría de las veces no hay materiales de formación o son escasos, alegan no contar con viáticos para que instructores de planta atiendan las formaciones fuera de los centros y sobre todo que muchas actividades de bienestar a funcionarios no se pueden llevar a cabo por falta de recursos. Y, ni que decir de los recursos de funcionamiento que aplica primordialmente al funcionamiento de las regionales, donde en ocasiones los funcionarios tienen que comprar el café o el azúcar, o hay empleados públicos con sobre carga laboral por falta de recursos para contratar apoyos y la centralización de recursos en el 2020 por este proyecto fue cercano a los 5.000 millones de pesos. ¿A eso es lo que llamamos optimización en el Sena? ¿La optimización es no ejecutar unos presupuestos para luego financiar al acomodo del ordenador nacional los rubros que quiera?.
Ahora pues, miremos como estos recursos optimizados fueron redistribuidos para atender principalmente los siguientes temas que a juicio de la dirección general denominan como “estratégicos”, tanto en la Dirección General como en las Regiones:
Notamos que mas de 41 mil millones de pesos van a atender mayores gastos de operación en regiones, mas de 36 mil millones de pesos para licenciamientos en sistemas de información, más de 33 mil millones en dotaciones de equipos de cómputo, más de 22 mil millones de pesos para convenios de fortalecimiento de la formación (¿eso… de fortalecimiento le sirve de algo a la formación profesional integral?).
La priorización del gasto sigue afectando el carácter integral de la formación, asignando más recursos al contrato de las TIC y le asignan más de 12 mil millones a un rubro de operador TIC e interventoría, y al asunto de bioseguridad le asignaron más de 8 mil millones de pesos (si, eso valieron los lavamanos oxidados y los tapabocas desechables), esto como para mencionar algunos rubros, pero realmente resulta preocupante tanto el desvío de recursos para asuntos no atinentes a la formación profesional integral, como la falta de rigor en el manejo presupuestal de la entidad. Bastante caro sale para la garantía de derechos las demoras en las contrataciones, las afectaciones a la calidad de la formación, la falta de garantías para trabajadores y para construcción y mantenimiento de la infraestructura institucional.
Ahora bien, la supuesta optimización en el SENA no es otra cosa que la abdicación de la entidad a la austeridad fiscal, una política que hace carrera en Colombia para salvaguardar los intereses del sector financiero. Centralizar recursos en la dirección general para no ejecutarlos, es una forma sencilla para la administración cumplir los designios de la austeridad y sostenibilidad fiscal y un padecimiento cruel para los trabajadores y la estabilidad institucional.
Mediante la figura de “OPTIMIZACIÓN” en el 2020 centralizaron algo más de $225.069 millones, reasignaron nuevamente al presupuesto algo más de $ 219.935 millones y dejaron sin ejecutar a 31 de diciembre de 2020 algo más de $ 177.165 millones.
Mientras eso sucede en las cuentas, y la administración le cumple al Ministerio de Hacienda, son evidentes cada día las circunstancias desastrosas que vivimos en las regiones: la infraestructura de muchos Centros de Formación o Regionales cayéndose a pedazos; trabajadores sin ropa de trabajo porque la plata no alcanza para su compra; formaciones que terminaron etapa lectiva sin una sola práctica por carencia de materiales de formación o existencia de talleres o laboratorios; falta de acceso a computadores para el servicio de los instructores y aprendices; cancelación de los juegos deportivos y del encuentro cultural dentro del programa de bienestar a los trabajadores; Centros de Formación pagando millonarias sumas en arrendamientos porque no hay plata para terminar sus construcciones… Realmente, es preciso cuestionar ¿es optimización o destrucción paulatina de la misión y esencia del SENA?
Si revisamos el año 2021 el panorama es muy similar, al corte del 6 de julio del año en curso, ya se centralizaron $78.550.772.896, el 15 de julio se reasignaron al presupuesto $ 78.495.995.174 y a julio había sin ejecutar para la vigencia 2021 algo más de 1,3 billones de pesos. Por eso es que como organización sindical argumentamos que estamos sumidos en una des-administración. Exigimos un manejo transparente y responsable del presupuesto de la entidad, y que cese la optimización para la austeridad.
SINDESENA EN PIE DE LUCHA POR LA DEFENSA DEL SENA Y DE LOS DERECHOS LABORALES Y PRESTACIONALES DE SUS TRABAJADORES
SINDESENA JUNTA NACIONAL
Bogotá, 28 de octubre de 2021
