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¡El cambio es ahora y no hay tiempo que perder!

Por mayo 26, 2022Noticias
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A pocos días de las elecciones presidenciales SINDESENA reitera su orientación favorable a la propuesta del Pacto Histórico, a la candidatura de Gustavo Petro como alternativa de transformación, democracia, justicia social y climática, nueva productividad a escala humana y redistribución del ingreso.

La evolución de la campaña electoral propone cada vez más nítidamente una definición entre las candidaturas continuistas agenciadas por el estatus quo y, en sentido contrario y de renovación, la que enarbola el programa de gobierno “Colombia, potencia mundial de la vida”.

Cuando sentimos arreciar vientos de guerra en simultáneo desde Ucrania o desde el Putumayo al sur del país o hacia el caribe colombiano, sometido al confinamiento por el Clan del Golfo, se amplifica el sentido de la lucha por una paz grande, no neoliberal e impuesta por el capital financiero –como aquella pequeña, que nos han vendido–, sino inspirada en la ‘seguridad humana’, en la inclusión y en las oportunidades reales para las mayorías. Cuando campean el hambre y la pobreza, urge mirar hacia la soberanía alimentaria y la animación del campo y de los campesinos, hacia la reivindicación del Estado en apoyo no a los magnates sino a los productores de alimentos. Y cuando la crisis golpea inmisericorde al productor y quiebra por centenares de miles a la micro, pequeña y mediana empresa, se impone un esfuerzo enorme y ordenado para transitar a una economía productiva que respalde y democratice los factores de producción, que los fomente y agencie en un nuevo modelo comprometido con la casa común, la naturaleza y la justicia social.

El programa “Colombia, potencia mundial de la vida” contiene los elementos fundamentales para asumir sendas progresistas de justicia redistributiva, favorece al trabajador y al mundo del trabajo y le propone renovados desafíos al SENA y a la educación en general.

Invitamos a la comunidad educativa a estudiarlo y discutirlo. En particular a dimensionar el papel de nuestra institución de formación profesional en la propuesta general. Sosteniendo, como lo hacemos, algunos matices con intervenciones del candidato, en temas como la parafiscalidad, financiación y el papel del SENA en la educación superior, reconocemos los campos de actuación que abre dicho Programa de gobierno, al abordar la transformación del aparato productivo y su “ambicioso plan de recalificación de los trabajadores de las industrias altamente contaminantes y obsoletas”; su tránsito “hacia una matriz productiva basada en la agroecología y la producción campesina agroalimentaria”; su “democratización del saber”, donde recurre de manera decidida al SENA; su significativo  Pacto con la economía popular y el papel allí asignado a la entidad en la formación de estos trabajadores, a quienes además favorece el programa con la “formalización y reconocimiento de sus oficios”, entre otras importantes medidas.

Tenemos miradas diferenciadas con el candidato, acerca del vínculo del SENA con la educación formal a distintos niveles, el no reconocimiento de la naturaleza de la formación profesional, aunque reconocemos que en un sentido distinto que con gobiernos anteriores: este abre un amplio panorama de oportunidades a la juventud trabajadora y popular, que pasa por una política universalista de la educación superior, que consideramos nueva y trascendental; pero que no se materializa al interior del SENA, porque la entidad estaría en la obligación de exigir a sus usuarios niveles de escolaridad que limitaría el acceso a la formación de aquellos trabajadores activos y potenciales que no cuentan con este requisito porque no han tenido acceso a la educación, son desertores o han sido expulsados del subsistema de educación formal.

Así pues, subsisten dudas sobre el papel de nuestra institución en el nuevo concierto educativo, e indeclinables certezas acerca de la defensa del SENA en beneficio de los trabajadores, los campesinos y la economía popular. En función de estas certezas estamos prestos a participar en el debate político, pero también siempre a movilizarnos de manera enérgica cuando la situación lo amerite, ese ha sido nuestro accionar en la historia sindical.

Como vemos, se trata de un programa de sincera vocación progresista, que ofrece salidas reales a la crisis de un modelo que hace aguas y condena a la sociedad al atraso, la discriminación, la corrupción, la violencia y la premodernidad. Así las cosas, este Pacto es también una oportunidad tal vez irrepetible en una etapa histórica: el cambio es ahora y no hay tiempo que perder.

Por todo ello, SINDESENA reitera lo dicho en sus Resoluciones y auspicia nuestra participación decidida como comunidad educativa en este momento, cuando maduran las condiciones para empezar a forjar una nueva Colombia más amable, incluyente, digna y soberana. ¡Vamos con Petro!

SINDESENA JUNTA NACIONAL

Bogotá, 26 de mayo de 2022

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