Una evidencia más de la ineficiencia de la centralización de recursos es lo ocurrido con los contratos de aseo y vigilancia en las 33 regionales del país.
Desde la coordinación de servicios generales, adscrita a la Dirección Administrativa y Financiera de la Dirección General, se emitieron directrices a las regionales para que las órdenes de servicios de aseo y cafetería sólo se ampliaran hasta el 15 de diciembre de 2022, aspirando a tener disponibles algunos recursos por vigencias futuras con anterioridad a la fecha referida, pero inconvenientes administrativos generados entre otras razones, por el desconocimiento de las dinámicas internas de algunos responsables de suministrar la información para el trámite de las vigencias futuras, así como el calendario de otras entidades públicas encargadas de dicho proceso que no tienen en cuenta particularidades del SENA.
Lamentablemente las autorizaciones de esos dineros no llegaron antes del 15 de diciembre y el SENA sin plan B, sólo atinó a asignar recursos de prórrogas a algunas regionales, sin conocerse un criterio objetivo para ello, siendo conocedores que todas las órdenes de servicio se culminaban el mismo día, 15 de diciembre de 2022.
Fue así como a cerca de 10 regionales les asignaron pequeños recursos para prorrogar ocho o diez días las órdenes que se venían ejecutando, pero a la gran mayoría no se les asignaron recursos por falta de ellos y es así como al finalizar el año en varias regional no se contó por varios días con el servicio de aseo, generando gran incertidumbre en los trabajadores que en ese momento continuaban normalmente en actividades en la entidad, lo más grave exponiendo a la comunidad educativa a riesgos y a la entidad a inconvenientes de tipo legal.
