Difícil resumir en apenas una cuartilla una historia tan significativa y valiosa como la que ha vivido el movimiento sindical en el SENA. El Sindicalismo en el SENA surge poco después de haberse creado la Institución, con la fundación del SINDICATO DE TRABAJADORES DEL SENA “SINTRASENA”. Debe recordarse que para ese momento, todos los trabajadores del SENA eran OFICIALES, con excepción quizá de los altos funcionarios directivos que no se vinculaban por contrato, sino mediante nombramiento y tenían la condición de libre remoción.
En ese entonces existía en el País un fuerte movimiento sindical Estatal, representado por los sindicatos bancarios, entre los cuales se destacaban los Sindicatos de Trabajadores del Banco de la República y de la Caja Agraria, y los sindicatos de otras instituciones o Empresas como TELECOM,
ECOPETROL, INCORA, INSCREDIAL, HACIENDA PÚBLICA, ANCHICAYA, ACOTEVE, y los sindicatos de los Educadores, agrupados en FECODE, etc. La condición de Sindicatos de Trabajadores les permitía, entre otras garantías, las fundamentales de negociación y huelga, de tal manera que los trabajadores agrupados en estos sindicatos habían alcanzado importantes reivindicaciones políticas y económicas que cada vez más fortalecían la organización. Son de grata recordación las huelgas, paros y demás manifestaciones de protesta que desarrollaron estas organizaciones en esa época, para defender no solo sus intereses económicos, sino fundamentalmente para ejercer control político a las decisiones gubernamentales que afectaban la vida de la nación.
SINTRASENA, al igual que las mencionadas organizaciones sindicales, logró negociar con el Empleador unas condiciones laborales realmente significativas, negociando un Pliego de peticiones que contenía entre otras reivindicaciones: Prima de matrimonio, Prima semestral, Prima por nacimiento de un hijo, Prima de educación, Prima de antigüedad (quinquenal), Auxilio de entierro de familiares, Auxilio de entierro de empleados, Auxilio por enfermedad, Auxilio por anteojos, Seguro Social, Préstamos por calamidad doméstica, Seguro de vida extralegal. Además, se logró implementar en la institución el desarrollo de actividades deportivas, culturales, sociales, para beneficio no solo de los trabajadores, sino de sus familiares, y se institucionalizó la Semana de la Confraternidad, como un espacio de integración y de recreación.
El sindicalismo Estatal fue objeto de un duro golpe en el año 1968, cuando el Presidente de la República CARLOS LLERAS RESTREPO, implementó la REFORMA ADMINISTRATIVA DEL ESTADO, que buscó fundamentalmente debilitar las organizaciones sindicales, al convertir sus trabajadores en Empleados Públicos, despojándolos de esa manera, de las garantías de negociación y huelga, herramientas fundamentales que habían permitido su fortalecimiento.
El SENA no fue ajeno a esta decisión. En el año 1970 se implementa la reforma administrativa en la Entidad, lo que provocó una fuerte reacción de los trabajadores agrupados en SINTRASENA, declarándose una huelga que tuvo una duración aproximada de un mes y que terminó con un acuerdo que le permitía a quienes serían declarados Empleados Públicos, seguir disfrutando de las prestaciones extralegales alcanzadas por la organización sindical y al SENA, disponer de un Régimen Especial, de tal manera que todas las decisiones administrativas se tomarían en el seno del Consejo Directivo Nacional, sin intervención del ejecutivo. La Reforma Administrativa de la Institución se condensa en el Decreto 2464 de 16 de diciembre de 1970, más conocido como ESTATUTO DE PERSONAL.
Un grupo de Empleados de la Regional Bogotá, agenciados por la Dirección General del SENA se reunió para fundar el SINDICATO DE EMPLEADOS PÚBLICOS DEL SENA “SINDESENA”, apenas 4 meses después de la Reforma, más como una manera de acallar el descontento que aún se vivía, que de constituir una organización consecuente y luchadora.
Es éste el primer momento de SINDESENA, que se caracteriza por el contubernio y maridaje entre la Administración de la Entidad y el Sindicato. Su primer Presidente, se caracterizó por un estilo que todo lo resolvía en reuniones a puerta cerrada con los directivos de la institución, y salir luego a pregonar las bondades de los administradores, lo que se tradujo en inmovilidad y conformismo de los trabajadores afiliados.
En varias oportunidades trabajadores consecuentes que no compartían el estilo de dirección del sindicato y la forma como se resolvían los conflictos obrero patronales, trataron de impulsar un movimiento sindical diferente, pero fueron arrasados por la indebida asociación que manejaba el sindicato con el empleador, fueron objeto de una agresiva persecución agenciada desde la Dirección General que culminó, en la mayoría de los casos, con la destitución de los osados.
Entre los años 1976 y 1978 logró cristalizarse al interior de SINDESENA lo que se denominó el MOVIMIENTO CONSECUENTE, que tuvo su inicio en un encuentro realizado en la Ciudad de Cali, con asistencia de compañeros de Bogotá, Quindío, Risaralda, Caldas, Antioquia, Huila, Cauca, Nariño, etc., quienes desde ese entonces se dieron a la tarea de esbozar una PLATAFORMA DE LUCHA que permitiera la remoción de toda la dirigencia patronal enquistada en SINDESENA y diera origen a un movimiento sindical diferente, más independiente y consecuente. El cometido se logra en la Asamblea General realizada en la ciudad de Medellín en el año 1978, en la que se logra elegir una Junta Directiva consecuente, con representación de las diferentes regionales o zonas, posponiendo, en aras de la unidad, la discusión ideológica y priorizando la UNIDAD DE ACCIÓN, en la que se comprometieron las diferentes fuerzas y pensamientos políticos para fortalecer la organización y acabar con la indebida intromisión patronal en las deliberaciones y decisiones de los trabajadores.
Siguieron varias asambleas nacionales, (Pereira, Bucaramanga, Cali, Bogotá), en las que, con un sindicato ya fortalecido e independiente de los intereses de la patronal, se profundizó en la discusión político-ideológica, que permitió la construcción de un pensamiento sindical definido y caracterizado por el compromiso con el análisis de la problemática sociopolítica nacional e internacional que no sólo contempla las reivindicaciones económicas para sus afiliados, sino que también priorizando la defensa de la Institución y su compromiso con la causa de los menos favorecidos. Sin embargo es necesario reivindicar entre las conquistas económicas, el Escalafón para los instructores que mejoró sustancialmente a ese grupo de trabajadores, especialmente porque cuando se le entrega al Ejecutivo la potestad de determinar en materia salarial de los servidores del Estado, se despoja a las instituciones como el SENA de los Regímenes Especiales que hasta ese entonces tenían, debiendo forzar las conquistas a través de la participación del Sindicato en la Comisión Nacional de Salarios, contando con la presión ejercida por las bases en defensa de los Pliegos de Peticiones que previamente habían sido aprobados.
Se llega en estas condiciones al año 1992 cuando se expide el Decreto 2149 que prácticamente liquidaba la institución, entregando a la Empresa privada la formación profesional (convertía los centros de formación en corporaciones regidas por el derecho privado) y dejaba el SENA como simple ente rector de la misma.
SINDESENA lidera entonces, un amplio movimiento nacional en su defensa, el COMITÉ NACIONAL PRODEFENSA DEL SENA, en el cual se agruparon las diferentes organizaciones existentes al interior de la Entidad (SINDESENA, SINTRASENA, ANDISENA, JUBILADOS, ESTUDIANTES) que de la mano con otras organizaciones y fundamentalmente con las que agrupaban a los sectores populares, trabajadores y campesinos, logró concitar un fuerte movimiento de la sociedad civil en contra de la medida y a través de la INICIATIVA POPULAR presentar un proyecto de ley ampliamente discutido en todo el país con una numerosa participación ciudadana, que obligó a la suspensión de la medida privatizadora por parte del ejecutivo y al Congreso de la República a dictar la ley 119 de 1993 que derogó el Decreto privatizador e introdujo en los Estatutos internos del SENA disposiciones que permitieron modernizar y democratizar su administración.
Podríamos decir que ha sido este uno de los momentos más brillantes y significativos en la historia de nuestra organización. De no haberse actuado en ese entonces con la entereza, decisión, compromiso, valor y sobre todo sapiencia, con que lo hizo SINDESENA y que le fue trasmitido por su intermedio a las otras organizaciones participantes, el SENA hubiera desaparecido.
SINDESENA: Nuestra historia.
SINDESENA: Nuestra historia.
SINDESENA: Nuestra historia.
SINDESENA: Nuestra historia.
SINDESENA: Nuestra historia.
SINDESENA: Nuestra historia.
A partir de ese entonces la lucha de SINDESENA ha sido constante en defensa de la institución y de la Formación Profesional con calidad, pues los gobiernos de turno no han cejado en su propósito de liquidarla, siguiendo los mandatos del Banco Mundial que ordena la reducción del estado y el fortalecimiento de la empresa privada. Se utilizan mecanismos “sutiles” para debilitar la institución: Disminución de su presupuesto, asignación de funciones diferentes a la Formación Profesional, tercerización de la Formación Profesional a través de la contratación con entidades privadas, desaparición o disminución de cursos largos y proliferación de cursos cortos, disminución de su planta de personal a través de la mal llamada reestructuración del 2004, imposición de descomunales metas de formación sin incremento de su financiación, especialmente de tecnólogos, nivel éste que es propio de las instituciones de educación superior, etc... También aquí, SINDESENA ha sido consecuente con su compromiso de defensa de la institución y de la Formación Profesional con calidad, denunciando en diferentes instancias lo que está ocurriendo y señalando con precisión las consecuencias de tales medidas.
SINDESENA ha logrado posicionarse como una de las organizaciones sindicales más luchadoras y combativas del país. Hoy en día se ha pasado de las tímidas actividades de protesta a la masiva movilización en defensa de la institución y de la formación Profesional con calidad y gratuita, propiciándose la realización de Asambleas permanentes para debatir la situación y buscar nuevos mecanismos de defensa.
Se ha trascendido de la lucha meramente gremial a la lucha política, defendiendo principios y participando activamente en los debates que se promueven en diferentes instancias, incluso la parlamentaria, en defensa de la institución, de su presupuesto y recursos y de su misión al servicio de los sectores más necesitados de la población.